Lo esencial es invisible

"El camino a lo desconocido a menudo nos conduce a nosotros mismos" esta frase, de autor anónimo, apareció en un aviso de Lufthansa promocionando Costa Rica como destino. Las palabras se grabaron en mi mente por su capacidad de síntesis y al revisar el libro El Principito, noté aún más lo profundas y ciertas que son. Hoy agradezco todas esas cápsulas de sabiduría contadas de una manera mágica y de las cuales hago aquí una selección comentada. El autor francés Antoine de Saint-Exupéry, aclara la dedicatoria de su libro para su mejor amigo, no como persona mayor, sino cuando era niño. Esta aclaración, por sencilla que parezca, es determinante para acercarse a este texto.

Este audio es para tus oídos de niño, un niño que no se interesa sólo por las cifras y los números. Quien, en palabras del autor, "cuando se le habla de un nuevo amigo no pregunta ¿Qué edad tiene? ¿Cuánto pesa? o ¿Cuánto gana su padre? sino que hace preguntas esenciales como ¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta o no coleccionar mariposas?"

El Principito, un niño que viene de una estrella muy lejana y pequeñita se encuentra con un aviador estancado en el Sahara. El Principito es un explorador, un explorador por decisión y vocación. Dejó su planeta por su complicada relación con una rosa cuyas palabras pesaron más que su acciones. La rosa perfumaba e iluminaba su vida y creaba historias para lograr la atención y cuidado de El Principito, pero él no soportó su vanidad, así que un día decidió dejarla y de paso su planeta.

Durante el viaje y sus conversaciones con el aviador y otros personajes, El Principito comparte unas enseñanzas muy claras para revisar en nuestra vida y muestran a grandes rasgos las fases de un viaje, o de una separación.